jueves, 24 de julio de 2008

Le Prince Blue

Le Prince Blue

Conservo
Todos mis álbumes de fotos,
En el granero.

De mi infancia
Él regresará,
Sobre su fiero alazán
El Príncipe Azul
De mis seis años.

Es él mi Príncipe Azul, mi Sol,
Cantándome en sueños,
Esas palabras, las verdades y las mentiras,
Esperando a que me despierte.
Eres tú mi Príncipe Azul, mi Sol,
Voy a cantar como tú,
Esas palabras, las verdades y las mentiras,
Así nunca más volveré a dormirme.

Prometo dar
Todas las lunas crecientes,
Todas las joyas
De la fortuna
Mis recuerdos
Mi infancia y mis juegos
Para que vuelva
El Príncipe Azul.

4 Comments:

Addictive Epicurean said...

Aparece solo.
Vuelve solo.

Addictive Epicurean said...

Maravillas del destino y esas cosas...

Clara said...

Siempre siempre
me viene a la cabeza la cancion de Claire Pelletier: Chevalier Perdu

"C'est ta bannière qui s'éloigne
En quête d'un château d' Espagne
Attends -moi près du grand portail
Tu es mon cœur mon gouvernail

Mais que ferai-je de mes jours
Rêver dans mon jardin d'amour
Les pieds dans l'eau de la rivière
Mon faucon vole dans la clairière

J'ai mis ma robe bleue
Fidèle à notre vœu
J'ai mis ma robe bleue
Le vent mêle mes cheveux

Mais que c'est long mais que c'est loin
Le chemin jusqu 'à toi
Mais que c'est long mais que c'est loin
De mon rêve à tes bras
"

y es una asociación rápida y puede que caótica pero la espera, el color azul, el cavallero principesco, la petición
todo se repite y es precioso

Poco a poco construimos un piso más del palacete de esta idea
Me encanta

^^
Clara

Anónimo said...

Es una lástima porque ya nadie va en caballo por las calles, ni la gente viste de raso y terciopelo.

Las princesas se han cansado ya de esperar a sus príncipes y por eso se compran coches, zapatos o pisos y viven solas porque así viven mejor. Solas o con hombres que no son príncipes, sino que son también un coche, un piso, un zapato, un hombre.

¿Y dónde están los príncipes? Seguramente, cansados de rescatar princesas, o desilusionados de no encontrarlas; o quizá ambas cosas.

Así que ni reyes ni reinas, ni príncipes ni princesas azules, rosas o blancos; porque ya no quedan palacios en pie ni caballos blancos ni los niños leen cuentos de hadas.




No es que te quiera chafar el poema, es que tengo el día un poco negativo. Pese a todo, sabes que soy devota del poder de la imaginación, así que me fío de todas aquellas princesas que crean en príncipes azules y viceversa.