domingo, 5 de julio de 2009

Desenfocadus Aeternus

Ayer fue una noche, un tanto extraña, y parece que se ha convertido como en un ritual cuando nos juntamos. Todo igual y distinto, absurdo pero premeditado.
Estaba disfrutando del espectáculo de la Font Mágica de Montjuïc, cuando un amigo me dijo: "No saques las fotos movidas ni desenfocadas, siempre te salen movidas o desenfocadas"
Al momento me hizo gracia, como siempre, me reí, miradita, jijiji, y a disfrutar otra vez del espectáculo, que culminó para más INRI con "Oh Fortuna" de Carmina Burana. En el "Mecum Omnes Plangite" yo creía que me fundía con aquellas gotitas desperdigadas y volátiles. Bueno al tema que me voy por los pinos hipoalergénicos.

La cosa es que dándole vueltas al tema de las fotos, tenía toda la razón del mundo. Me dí cuenta al final de la noche, cuando me pidió que sacase una foto al gran proyector que era la fachada del Estadio Lluís Companys, para mantener el momento de bailecitos sin sentido en la memoria, me imagino vaya, yo a los hombres sabéis que sigo sin entenderlos.
Pues me dispuse a sacar la foto y adivinar qué...sí, movida. Y lo curioso es que, cuando me fijo en la pantalla de la cámara de fotos, es como si la realidad y lo que allí se plasman, fuesen dos escenarios distintos. Llenos de magia caduca y felicidad cristalizada.
Es la realidad distorsionada, aquella que se enfunda en psicodelia y desenfreno, la que excita todos nuestros sentidos, la que nos eriza el bello.
Esa es a realidad que apesar de todo, hace sentirme humana, porque de qué sirve reflejar en una foto lo que todos ven?