jueves, 10 de julio de 2008

Adictivo

Tú voz en mi cabeza,
No me deja pensar, ni siquiera en tí.
Imagino que me hablas,
Que esas palabras son para mí;
Cada vocablo, cada sílaba, cada nota...
Palabras que serán mañana partituras.

Y a pesar de todo, ahí está el mar,
Arrastrando viejas pasiones,
Cada una de nuestras rotas uñas.
Y mis ojos [nublados] gritan porque no te ven,
Y mi boca [carmín] canta porqué no te oye.

Lo niegan porqué no soportan la realidad,
Prefieren vivir en ese castillo de crital,
Ése que late en nuestro recuerdo,
El que queremos alcanzar pensando qué,
Así, un día seremos felices al fín.

Tus miradas más furtivas,
Mis sonrisas robadas,
No me las has devuelto.
Tampoco yo las tuyas,
Me estremezco al sentirlas.



Y así a ciegas, despeinada...
Dibujo como me sujetas por la ventana.

2 Comments:

Addictive Epicurean said...

Supongo que el día de la publicación y lo que ha pasado recientemente no tiene nada que ver ^_^.

Bueno, pues yo haré de señora encerrada en el castillo de las cuatro torres que da a un jardín de lilas y me encargaré de traducirlas.

Poquito pero algo.
Un beso y gracias por lo de esta mañana y por poder compartir esto contigo.

JR said...

Vuelve ardiendo el verano
en estas brasas de infancias,
arden las estrellas en su cielo de carbón,
arden los montes,
la sed del fuego.

Arden nuestros cuerpos acostados
en las arenas de las playas,
arde el centro de nuestro mundo,
ardiendo nuestros ojos,
buscando consumirse en el oleaje.

me encanto tu blog...
suerte hermana de poesía las palabras son nuestro cultivo existencial, y tu existes!

disfruta tu verano