Es curioso darse cuenta,
Que se ha parado el tiempo a contemplarte.
Que medran las mañanas sin Sol.
Que no hay laderas en este oscuro valle,
Volando sobre cabezas sin voz.
Me encuentro con salidas,
De caminos que ni siquiera he recorrido
Y aún así, sé, que cantas, me cantas,
Al final de cada una de esas primaveras,
Que tus ojos grabaron para no escapar jamás.
Dejé de suspirar cuando me lo pediste,
Y las mariposas no regresarón jamás.
No recuerdo ni como olían sus besos,
Alas delicadas eran sus carícias,
Y desaparecieron con mis últimas manías.
Las calles de mi alma, ahora silenciosas,
Pues se han quedado a oscuras, a solas.
Momificadas como rosas de alabastro,
Sin órdenes ni abrazos sesgados.
Sin monedas, para seguir mendigando.
Todavía dibujo tu cuerpo, sinuoso.
Cada una de tus curvas, cinceladas,
Vienen a mi como palabras desorientadas,
Y las lágrimas me abandonan sin suerte,
Juagando con enredaderas, simulando tu cabello.
jueves, 5 de marzo de 2009
Miss Rouge
Publicado por Reine de Fleur en 17:45
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