Soy pedazos de mi memoria,
Realidad gracias a otras historias
No soy esclava, soy dueña de mi casa.
Te invito, lo prometo, a mi palacio hundido,
Sepultado por mil burbujas.
Mi palacio bajo el mar,
No se huele. No se taciturna.
Sólo vive cuando el hielo endurece,
Cuando el verano perece y reina mi invierno.
Allí te prometo lo que me pidas.
Es mi casa, mi jaula, mi lago,
Mi jardín de flores marchitas,
De espinas sin rosas,
De permanente olor a hiedra.
Dónde las verjas son alas de soledad,
Dónde sólo entras con invitación previa.
Esto es un gran baile de máscaras,
Cómo la vida que nos une,
Y dónde sólo se danza cuando las lágimas se petrifican.
lunes, 19 de mayo de 2008
Flores sin olor
Publicado por Reine de Fleur en 13:48
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